¿Qué es la autoestima?

En muchas ocasiones habrás oído hablar sobre la autoestima. Incluso habrás pronunciado este término, pero ¿sabemos realmente todo lo que implica este concepto? ¿Sabemos reconocer los diferentes niveles que puede alcanzar nuestra propia autoestima y llevarla a su estado óptimo?

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es el conjunto de valoraciones y evaluaciones que cada persona realiza sobre su autoconcepto, esto es, sobre su percepción, creencias y pensamientos que tiene sobre sí mismo. Las valoraciones no se van a centrar en un solo aspecto de la persona, si no que abarcarán varios ámbitos, como pueden ser: la percepción de su aspecto físico, los resultados ante el rendimiento académico, los diferentes roles que desempeña, sus habilidades con respecto a cualquier tarea o sobre cualquier otra característica que disponga.

Esta evaluación que realizamos sobre nuestro propio autoconcepto puede realizarse en términos positivos o negativos. Esto da como resultado una posible satisfacción en cada persona respecto a sí misma. Esta satisfacción se puede establecer en un continuo que nos llevará desde su carencia hasta el máximo nivel de ésta. Relacionándose ambos extremos con aspectos o conductas que podrían llegar a ser perjudiciales. ¿Ambos extremos? Sí, y es que una autoestima excesivamente alta no siempre se va a asociar con un ajuste psicológico más adecuado.

¿Cómo mejorar nuestra autoestima?

Cuando hablamos de mejorar nuestra autoestima, hablamos de cómo conseguir y mantener una autoestima sana, una autoestima segura (tal y como la llaman algunos). Ésta consiste, básicamente, en mantener unos sentimientos positivos hacia sí mismo y que deben ser generados por uno mismo y no venir de validaciones externas. Estos sentimientos deben generarse de forma intrínseca.

Estamos hablando de una autoestima que es capaz de aceptar los aspectos negativos sin centrarse exclusivamente en ellos y que te permite quererte y sentirte como una persona valiosa. Gracias a esta autoestima segura, lograremos mantener relativamente estable su nivel en el tiempo, con apenas variaciones ante los diferentes sucesos a los que tenemos que hacer frente en nuestro día a día.

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra autoestima?

Autocrítica constructiva

Cuando realizamos las valoraciones, solemos centrarnos en los aspectos negativos, nos machacamos por éstos y damos de lado a todo lo bueno y positivo que tenemos. Sí, hacemos todo lo contrario a lo que deberíamos. Las personas no somos perfectas y hasta la persona con la mejor autoestima del mundo tiene sus defectos. La diferencia está en cómo nos enfrentamos a ellos. En lugar de invertir toda nuestra energía en destruirnos porque hemos encontrado en nuestra persona un aspecto que no nos gusta… ¿Por qué no invertimos esa energía en buscar una forma de poder mejorarlo? Podemos trabajar en aquello que no nos gusta para mejorarlo, pero no olvides que ese pequeño elemento al que le estás dando tanta importancia, no te define como persona y que, además de ese aspecto negativo, cuentas con otros miles positivos de los que te estás olvidando. Pregúntate, ¿podrías mejorar ese aspecto? ¿cómo podrías hacerlo? ¿qué más cosas buenas tengo?

Valora lo bueno de ti

Ya lo he dicho antes, dejamos siempre a un segundo plano lo bueno que tenemos. Que no te dé miedo a descubrir todo lo bueno que tienes. Busca lo positivo.

Pensamientos positivos

Los pensamientos negativos nos acaban limitando. ¡Cambiémoslo! ¿Cuántas veces se nos cruza por la mente la frase: “¡Uf, yo no puedo!”? ¿Y cuántas cosas nos habremos perdido por frases como esa? ¡Reformulemos la frase! Cada vez que surja en tu pensamiento una frase negativa, reformúlala, hazla positiva. Cambia ese “no puedo” por un “lo voy a intentar”.

Objetivos realistas

Proponte objetivos alcanzables, reales. Si son demasiado grandes divídelos en objetivos más específicos para que te resulte más fácil alcanzarlos. ¿Y si no los consigo? Si no los consigues aplica lo que ya hemos hablado: valora lo que has conseguido y el camino que has recorrido, cambia los pensamientos negativos y haz una crítica constructiva para descubrir cómo puedes llegar a conseguirlo.

No te compares

Las comparaciones son odiosas, ya lo dice el dicho. Cada persona es un mundo y cada uno tiene sus propios aspectos positivos y negativos. Céntrate en los tuyos.

Mímate

Dedícate tiempo. Destina un ratito del día para hacer esas actividades que te gustan, para cuidarte, para ver los logros del día y para fijarte en todas esas cualidades que tienes. Descubrirás muchos aspectos de ti en los que nunca te habías fijado.