La atracción ¿Por qué te atraen unas personas y no otras?

¿Te has preguntado alguna vez por qué te sientes atraído/a por unas personas y no por otras? Si lo has hecho, seguramente te habrás respondido de alguna de las siguientes maneras: «porque esas personas tienen un físico bonito o porque tiene una forma de ser muy llamativa o, simplemente, porque encajan dentro de nuestro prototipo ideal o siguen la tendencia que marca el canon de belleza actual…» Pero ¿verdaderamente la atracción consiste en eso? Vamos a tratar de descubrirlo en este post y, para ello, comencemos por lo más básico.

¿Qué es la atracción?

Si buscamos la definición en la RAE, encontramos que es la acción de atraer (¡y se quedan tan anchos!). Al buscar esta última, hallamos diferentes acepciones que nos podrían cuadrar, más o menos, con las respuestas que ya nos dábamos más arriba. Podríamos quedarnos con esto, pero vayamos más allá. Veamos cómo se define la atracción dentro de la Psicología.

La atracción. ¿Cuántos tipos hay?

Si nos adentramos en el libro de Psicología de la Sexualidad de Gómez, encontramos que podemos diferenciar dos tipos.

• La atracción interpersonal sería el interés que genera una persona en función de sus características personales (ya sea por su forma de ser o personalidad, características físicas, complementariedad o similitud con uno/a mismo/a. Este tipo hace referencia a lo que sentimos hacia esas personas que admiramos y/o con las que formamos nuestras amistades. Reservando cualquier tipo de componente erótico de la formulación de la atracción para el siguiente tipo.
• La atracción erótica, como ya podrás anticipar, se va a componer por aquellos estímulos que puedan suscitar deseo erótico (el cuerpo, algunas partes de éste, la actitud de la persona…). Puede ser producida tanto por personas de diferente sexo al nuestro, como por personas del mismo sexo. Pudiendo existir diferentes objetos de atracción erótica, esto es, que nos podemos sentir atraídos/as por varias personas a la vez.

Estos tipos de la subdivisión (bastante similar a la que planteaban Hatfield y Rapson sobre el amor) no tienen que ir, necesariamente, siempre cogidos de la mano. Una persona podría sentir ambos tipos por otra persona o simplemente uno de ellos.

Factores que influyen en la atracción

Ahora que ya sabemos qué es la atracción y los tipos que hay… ¡Vamos a lo importante!  ¿Cuáles son los factores que intervienen para que nos sintamos atraídos hacia unas personas y no hacia otras? Para Morris la atracción sexual humana es bastante complicada ya que hay diferentes elementos que intervienen para que se produzca este proceso (procesos cognitivos y de aprendizaje, el interés, la aproximación, el enamoramiento, la consumación…). Antes de pasar a describirlos, he de decir que no todos tienen porqué darse simultáneamente, ni con el mismo tipo de intensidad, siendo algunos de carácter más personal que otros. Aclarado esto, veamos cuáles son esos elementos que intervienen y hacen que nos sintamos atraídos o no por una persona.

La orientación del deseo

Según la definición de la atracción erótica podemos vernos atraídos por personas del sexo opuesto o del mismo que el nuestro y esto va a estar influenciado por nuestra orientación. Siendo ésta la que nos predisponga a sentir una mayor atracción hacia personas de un sexo y/u otro.

El modelo social dominante o canon de belleza

La sociedad es la encargada de imponer una serie de cánones de belleza. Éstos se van interiorizando en nosotros/as casi sin darnos cuenta, haciendo que nos sintamos más atraídos por lo que la sociedad considera bello. Este factor, el atractivo físico, tiene un peso muy importante.

Si queréis leer un poquito más sobre el canon de belleza, os dejo enlazado un post que hice hace tiempo: “El canon de belleza que nos impone la sociedad”.

La novedad

Se ha visto que el carácter novedoso de un estímulo produce su incremento, de este modo, la inclusión de una persona nueva en un grupo resultará más atractiva.

La proximidad física

Este factor es importante. Poder conocer a otras personas depende (aunque con la tecnología cada vez menos) de la proximidad que tengamos con éstas. Por lo tanto, que sintamos atracción hacia otras personas también va a depender de ello. Un elemento que podría afectarla y que podría enmarcarse en la proximidad es el número de veces que nos vemos expuestos ante una persona. Pero, éste ya lo trataremos en un próximo post y hablaremos más detalladamente sobre él.

Los obstáculos o dificultades

Lo difícil atrae y los obstáculos que se puedan interponer pueden hacer que se incremente esa atracción por la otra persona. La explicación a esto la podríamos encontrar en la teoría de la reactancia, en la cual me centraré en un próximo post.

La similitud o semejanza

La similitud puede generar una mayor atracción por la otra persona. Esta semejanza entre las personas puede darse en varios aspectos (edad, aficiones, educación…) y en cuantos más se dé, mayor podría ser esta atracción.

La reciprocidad de la atracción

Tener la certeza o la creencia de que le atraemos a alguien, nos puede generar cierta atracción hacia esa persona. Lo que nos permitirá conocer a la otra persona en mayor profundidad.

La excitación

El contexto o situación puede suponer un factor importante a la hora de sentirse atraído hacia una persona. Aquellos entornos que generen cualquier tipo de excitación emocional favorecerán que se produzca esa atracción entre dos personas que compartan dicha situación.

Experiencias positivas

Cualquier tipo de refuerzo, gratificación o experiencias sexuales positivas que se puedan dar durante la interacción con la otra persona, podrían producir un incremento de la atracción hacia la otra persona.

 

Para no extenderme demasiado, en otro post os contaré algunas de las teorías que se esconden detrás de algunos de estos elementos. Espero que os haya gustado.

¡Nos leemos en el siguiente post!