¿Qué es el dolor crónico?

¿Qué es el dolor?

Como todo ser humano, en algún momento de tu vida habrás sentido esa molestia en tu cuerpo que todos conocemos como dolor y que te está indicando que algo no anda bien. En seguida, vamos al cajón de los medicamentos y echamos mano del Paracetamol, del Ibuprofeno o cualquier otra cosa que nos ayude a calmarlo. Y, normalmente, pasadas unas horas, lo logramos (o como mucho en unos días, o contando con la ayuda del médico en el caso de padecer algo más grave).

      Pero, ¿te has preguntado alguna vez qué pasaría si ese dolor (tan puñetero) no desapareciera?

Cuando el dolor no desaparece

          Por desgracia, existen muchas personas que, día tras día, tienen que combatir con un dolor persistente y que, a pesar de ir (una y mil veces) a ese cajón a por algo que lo aplaque, nunca lo consiguen. Éste cuando se prolonga durante más de seis meses, es lo que conocemos como dolor crónico. Por lo general, la situación se va agravando con el paso del tiempo, pues va generando en la persona irritación y frustración al no poder realizar una determinada tarea o una posible pérdida del trabajo por no poder realizar la labor, lo que conlleva a una posible disminución económica (y de una variedad de actividades para realizar) y poco a poco la persona puede ir quedándose aislada, bien porque su entorno no logra comprender su situación o bien porque no logra ir al ritmo de las personas que conforman su núcleo social.

¿Cuál es su origen?

          Puede tener diferentes orígenes (oncológico, quirúrgico, lesión, infección, desconocido…) y en función de éste puede manifestarse de diversas formas y en distintas zonas en cada persona:

• Cefaleas (migrañas).
• Dolor de espalda.
• Dolor articular.
• Otros.

Teorías sobre el dolor crónico

Teoría de la puerta

          Hay varias teorías que tratan de explicar el por qué algunas personas no logran deshacerse de este mal. Melzack y Wall (1965) proponen la Teoría de la puerta, en ella realizan un símil con una puerta que deja, o no, el paso al dolor. Mediante una serie de impulsos que llegan desde el cerebro, se abriría la puerta para que la persona pueda percibirlo, influyendo sobre éste las emociones, creencias y experiencias previas que tenga la persona. Éstas modularán su percepción  en mayor o menor medida.

Teoría neuromotriz

          En 1993, Melzack amplía esta teoría y, para ello, formula la Teoría neuromatriz, que enfatiza el papel que tiene el cerebro en la percepción del dolor. Para ello, ciertas neuronas estarán encargadas de activarse ante ciertos estímulos asociados al dolor (y, de este modo, percibirlo) y/o de interpretar como dolor una determinada información sensorial.

          Otro aspecto a tener en cuenta es que, en ocasiones, el dolor tisular (dolor físico en los tejidos del organismo) se ve cronificado como consecuencia del reforzamiento que la persona recibe del ambiente que le rodea. De este modo, sería considerado como operante, quedando bajo el control de las condiciones ambientales. Es en este momento cuando pasa a ser un problema psicológico e incomprensible desde la perspectiva médica.

          El padecer ésta situación es algo complicado para la persona, pues, normalmente no suele ser comprendida. Incluso, en ocasiones se llega a poner en duda la veracidad de ésta, pues según las pruebas objetivas, físicamente la persona no tiene nada que pueda producirle ese mal.

          Desde Psicondos os escribimos este post para que conozcáis un poco más sobre este tema. Si tenéis interés en que sigamos profundizando en él, dejadlo en los comentarios y en próximos posts os contaremos más.

          También, os animo a que nos contéis en los comentarios si tenéis un caso cercano, porque seguro que vuestros testimonios pueden ayudar a futuros lectores en esta situación.

Nos leemos en el siguiente post 😋

Franchu Aires

Licenciado en Psicología por la Universidad de Málaga. Máster en Investigación e Intervención Social y Comunitaria. Posgrado de Sexualidad y Terapia de Pareja. Técnico en Formación y Orientación Laboral. Máster en Coaching Social para la Motivación y los Procesos de Cambio. Coautor del libro: «Opositar, relatos sobre supervivencia«